Cuatro horas

Hace un par de semanas comencé a trabajar por primera vez con un paciente terminal, a los ocho días falleció, fue un día viernes que no puedo olvidar, porque cuando llegue ella se estaba yendo al otro lado, allá , donde no sé qué hay, pero si se que existe.

La situación en la que nunca había estado se repitió con dos personas diferentes, una a la que adoraba y otra de la cual solo supe su nombre y lo feliz que estaba porque después de limpiar los vidrios podía ver el jardín con todas esas flores, el verde de la grama y el azul del cielo con mayor nitidez.

A la que adoraba, le dije desde mi alma que todo estaba bien, que no había nada que perdonar a pesar de circunstancias del pasado, se que se fue en paz y eso me reconforta cada día. Sé que donde quiera que esté esta feliz, hace un par de días la soñé , me dijo que su viejo la estaba esperando y había visto a su hermana, que  decidió partir cuando ella no estaba a su lado, a pesar de haberla cuidado con tanto amor y sacrificio.

La vida son cuatro horas y tres ya han pasado, como escuché por ahí. Así que no te guardes lo que sientes, di lo que te apasiona, lo que te perturba, lo que te gusta y lo que te disgusta, a fin de cuentas puedes hacer feliz a alguien que solo necesita escuchar un par de palabras, desahoga ese corazón con lo que no te gusta para sentirte vivo, perdonar lo antes posible, porque nada es personal y porque cada uno hace lo que cree correcto o sensato, aunque después hayan arrepentimientos, cometer faltas, por no decir errores es una manera de darte la oportunidad de madurar, aunque a veces esas faltas no se puedan enmendar. Así que sigamos adelante que la vida es hermosa, solo es cuestión de agarrarle en truquito !