JET
Cuando llegué a
Holanda llegue con muchas ilusiones, aun Joy Y Ori eran muy pequeñas. A
los dos años por cuestiones legales fue que pude comenzar la escuela. Cuando
terminas el primer año, que es obligatorio, te ofrecen trabajo, claro está de
limpieza, no hay nada más para un recién llegado sin diplomas .Comencé en un
hotel, al año me fui porque sencillamente no aprendía nada de holandés, las
turcas tenían sus círculos al igual que las curazoleñas, no habían muchas
opciones, o aprendía turco o aprendía papiamento. Pase por otra compañía de
limpieza allí tuve la suerte de trabajar con un muchacho que estaba estudiando
administración internacional, el estaba
aprendiendo español para mi suerte, hablaba tan mal español como yo holandés,
así fue como nos entendimos. Le comente que quería trabajar con ancianos, me
ayudo a hacer la carta de motivación que pedían y a las dos semanas voilá
!! Me llamaron para la entrevista.
El día que comencé a trabajar tenía dos
clientes un señor de 88 años y una señora de 67, él cascarrabias a más no poder
y ella sencillamente encantadora. En
este trabajo de asistencia o de ayuda como lo llaman aquí es primordial que
haya un click con la personas, a veces no lo hay, otras, es de inmediato. El
viejo Jos tardo más de tres semanas en firmar el contrato, todas las semanas me
decía: “ y si después si tu no me gustas o yo no te gusto? A los dos meses lo tenía comiendo en la palma
de la mano, jajaja no tardo mucho en
mostrar que era muy cálido y hablador.
Jet me esperaba cada
martes sin falta, a eso de las 11 nos tomábamos un café, a veces hacia las compras
por ella, eso está dentro de mis obligaciones,
pero con el tiempo podía ir un sábado o un domingo a arreglar o pintar
cualquier cosa, evidentemente eso está PROHÍBIDO, no se pueden establecer relaciones
amistosas en este trabajo, será uno de palo, no te digo yo.
Compró un vitral en una de
sus salidas, la verdad es que las dos estábamos
enamoradas de aquel azul del tamaño de una hoja A4, esperó el martes para que
yo lo colgara, entre las dos escogimos un sitio privilegiado.
Con el paso del tiempo ya
no era un café si no dos, el segundo acompañado
por una torta un croissant, o sencillamente algo rico.
El
año pasado a mediados de julio como cada
martes fui a casa de Jet, 9 años con la misma rutina, toqué el
intercomunicador, ella abrió la puerta, sin embargo el no escuchar el sonido de
la cafetera inmediatamente después de que abriera me alerto de que algo no estaba
bien. Subí la escalera, efectivamente ella no estaba bien, yacía en su cama,
hablaba con cierta dificultad. Tome su temperatura, su tensión y pulso,
decidimos llamar al médico de cabecera, Jet me conto que había estado el día anterior
en el hospital por un dolor abdominal.
Me dijo que había llegado
a las 4 de la tarde y a las 11 de la noche la enviaron a la casa porque no tenía
nada. Tenía el abdomen muy inflamado, del tamaño de una pelota de futbol.
El médico finalmente llego a eso de las 11, la
ambulancia llego unos 5 minutos después de que la doctora llamara. Recogí el bolso que Jet había preparado día anterior. Y me fui al hospital, desde allí
llame a mi jefe para contarle lo que había
acontecido, le dije que me iba a quedar con Jet aun si eso ponía en riesgo mi trabajo, después
de un largo silencio, me dijo : “ puedes quedarte, pero por favor llama al próximo
cliente y avisa que no vas”
Después de que la vieran varios asistentes,
enfermeras, etc en el trascurso de
casi 4 horas llego finalmente la gastroenterólogo, yo estaba muy molesta, no
solo por la espera si no por el garrafal error de dejarla ir la noche anterior
sin ningún tipo de evaluación. La Dra.dijo,: “ esta señora necesita ser operada
de inmediato” , le dije que como era eso posible si la noche anterior la habían
enviado a casa, se molesto y blablablá , y llamo al camillero para que
llevara a Jet a hacerle un scan. En ese momento nos quedamos solas Jet y yo, me
pregunto: “ Será que este es el principio del fin? “ , no Jet de seguro todo
estará bien le dije.
Me dijo que agarrara 50€ de su cartera, por mi
cumpleaños y las vacaciones, cada año acostumbraba a darme una tarjeta acompañada del dinero. Le
dije que no, que me lo diera cuando regresara (yo salía de vacaciones a los 5 días)
que era posible que lo necesitara para pagar el taxi o cualquier otra cosa. Me
fui a su casa por el cepillo de dientes y un par de cosas que se habían quedado,
hice su cama con sabanas limpias para cuando regresara, y deje en casa un par de cosas que no serían
de utilidad en el hospital. La fui a visitar cada día sin falta después del
trabajo, lave sus pijamas una vez después de insistirle que nada me costaba. El
quinto día me despedí por que debíamos salir para Francia.
Regresamos de las vacaciones, no me lo podía creer, abrí
un sobre que había llegado y era la invitación para el funeral de Jet, caí de
rodillas y comencé a llorar, quizá de impotencia,
ya que el funeral había pasado. Llame a su cuñada cuando ya estaba mas tranquila
para dar las condolencias y para pedir disculpas por no haber asistido a los
servicios fúnebres.
En fin, ella tenía razón era el principio del fin.
Un par de semanas después llego otro sobre, era de
una notaría, leí un par de veces, tampoco me lo podía creer, Jet me había dejado
una herencia, lo suficiente para
cambiar un par de cosas que quería cambiar
en mi vida. Llore también desconsolada, no tenía a quien agradecer tanta
bondad. Después lo hice mil veces como si la tuviera en frente, de seguro esta
por allí escuchando.
La historia no acaba aquí… nunca dejo de
sorprenderme. Tocaron a mi puerta y era
su sobrina, no la conocía, vino a casa a traerme aquel vitral azul que tanto me
gustaba…